No nos cansamos de repetirlo, estamos en un mundo global donde la otra punta del planeta parece estar en la esquina. Cualquier empresa pequeña hoy en día puede competir con una multinacional y exportar sus productos por todo el planeta. Es una ventaja porque abre la competitividad a Pimes que antes no tenían la oportunidad de luchar con los más fuertes, justamente por ser más pequeños, más locales.
Ahora bien, expandirse a nuevos mercados supone comunicarse con esos nuevos clientes targets, entenderlos y que ellos te entiendan a ti. ¡No es tan fácil! La puerta de entrada hoy en día es un sitio internet visible las 24 horas del día y 365 días al año, sin descanso. Allí podemos poner toda la información de nuestra empresa, los productos que vendemos y el proceso que seguimos para garantizar la calidad. Asimismo pueden figurar las tarifas que nos permitirán competir plenamente. El idioma imprescindible, sine qua non, es sin lugar a duda el inglés. Conviene traducir y sobre todo localizar nuestra web en inglés y que sea adecuada a la cultura del país de destino. Por ejemplo la manera de presentarse no es la misma en países asiáticos, la manera de hablar de si mismo. Un error de este tipo haría huir a cualquier cliente nipón. Es evidente que la traducción de la web debe ser efectuada por un traductor nativo y profesional, y mucho mejor si puede conocer la cultura del país adonde va dirigido el texto.
Otro aspecto a tener en cuenta sería traducir la web al idioma del país interesado. Es decir poner la web en inglés y también en turco si nuestro objetivo es alcanzar el mercado de Turquía. Sabemos que los clientes son muy sensibles para leer información en su propio idioma, es un punto a favor para la empresa vendedora. Demuestra interés y voluntad de penetrar al mercado respetando la cultura del país al cual pretendemos exportar nuestros productos o servicios. Entenderán por otra parte que la comunicación cliente-proveedor siempre se hará en inglés, eso no hay duda, pero verán una voluntad de acercarse a ellos.
Otra aspecto que una empresa de traducciones puede ayudar para la exportación es traducir los documentos oficiales para la administración del país de destino. Muchos países exigen traducciones legales (es decir juradas) de documentos y/o autorizaciones para dar el visto bueno a la entrada de mercancía.
En resumen, una web traducida al inglés y al idioma local será nuestra mejor tarjeta de visita para llegar a nuevos mercados y exportar mejor. Es un primer paso para entablar conversaciones con una cultura que muchas veces desconocemos.
Más información en: http://www.open-idiomes.es/localizacion.html