Hoy hablaremos de un programa muy conocido por los traductores: Trados. Es el programa de Memoria de Traducción más utilizado, aunque no el único (citemos Deja Vu que es la competencia directa). Para la gente que no lo sabe un programa de memoria de traducción es aquel que permite almacenar los segmentos (o frases) traducidos dentro de un texto. Así, si el mismo segmento vuelve a salir en otro texto del mismo cliente, ya lo tenemos traducido y almacenado en la memoria. No es un programa de traducción automática (que jamás utilizaríamos), pues no traduce sino que almacena lo que nosotros traducimos. A primera vista Trados presenta, pues, varias ventajas:
– permite homogeneizar el estilo: al reutilizar la misma terminología para traducir algún término concreto, garantiza una calidad óptima en cuanto a lexicografía . Resulta muy útil cuando varios traductores trabajan en un mismo proyecto.
– segmenta por combinación idiomática y por cliente, si se desea, las frases originales y sus respectivas traducciones. Cada cliente puede tener sus propias preferencias para traducir una palabra concreta.
– permite hacer descuentos a los clientes cobrando sólo el 100% de los segmentos nuevos. Los segmentos traducidos tienen descuentos según los parámetros establecidos.
Sin embargo, no son todas alabanzas. En efecto, el programa tiene una interfaz que se podría mejorar y que nos recuerda la informática de hace unos años, además no trabaja con los PDF, por no hablar de Excel o el lenguaje HTML que son muy difíciles de manejar con Trados. Otro inconveniente, los documentos con gráficos se manejan mal, dan un montón de errores. Pero el punto más débil y que necesitaría una mejoraría rápida es que Trados no está disponible para Mac. Hoy en día cada vez más traductores pasan a Mac por la potencia de su programa de búsqueda interna, por su fiabilidad, y sencillamente porque Apple está de moda.
Huelga decir que los traductores de hoy en día no podrían prescindir de un programa de Memoria de Traducción (TM en inglés), pero las herramientas que existen no dejan de satisfacerles plenamente. Marcas como Trados tendrían que renovarse un poco, no dormirse los laureles, mañana puede salir un programa nuevo, más potente y eficaz y entonces a buen seguro que se hará con el mercado. Estar a la escucha de las necesidades de los traductores y recopilar sus feedbacks sería, a mi parecer, un buen consejo que yo daría a la marca. Estamos a la espera de un programa mejor, más actual.