
El tiempo es oro
…. o cómo gestionar el factor tiempo para entregar una traducción de calidad óptima.
Nadie hoy en día puede esquivar los encargos urgentes, Open Idiomes tampoco la verdad. ¡y no hablemos de aquellos que son para ayer! Vivimos una época en que todo se ha vuelto urgente, expresiones como: lo antes que puedas, ASAP (en inglés “as soon as possible”), lo antes posible, para ya…y muchas más pululan por los emails. La traducción se sitúa en la etapa final del proceso, justo antes de la maquetación-impresión, eso significa que el cliente tiene un planing elaborado con timings ajustados que debe respetar, así que se suele reservar poco tiempo para traducir el documento solicitado. Como lo hemos comentado anteriormente es un error porque dar más margen de tiempo permite al propio traductor poder hacer una revisión acurada y con otra perspectiva respeto a su trabajo de traducción propiamente dicho. Más adelante hablaremos del trinomio “calidad-precio-timing” pero es importante hablar con el cliente y explicarle los procesos de calidad que seguimos, que traducir requiere su tiempo, que los documentos no siempre son Words con texto corrido sino que a veces hay que entrar el texto en gráficos o tablas que no nos permiten avanzar tan rápido como quisiéramos, y que con más tiempo dejamos “reposar” el texto final mejor sabor tendrá. A veces un día más es suficiente para trabajar más relajado y entregar un trabajo debidamente revisado.