Ofrecer calidad no siempre tiene que suponer pagar un alto coste por el servicio contratado, ¡ni mucho menos!. Opinamos que una empresa de traducción de calidad debe saber gestionar correctamente los trabajos y reducir los costes a sus clientes. Al cobrarse las traducciones por palabra resulta evidente que cuando más se escribe más se pagará. Sin embargo, existen programas que almacenan los textos originales y al mismo tiempo las traducciones que realizamos, como por ejemplo el programa Trados o también Déjà Vu que son 2 herramientas de memoria de traducción, TM en la jerga de la traducción.
¿Qué hacen esos programas?
Cuando recibimos un documento Word, por ejemplo, lo importamos desde el Trados, que es la TM que utilizamos, y en vez de ir traduciendo desde el entorno Word traducimos desde el Trados.
Es un software que tiene una interfaz amigable, fácil de usar. Nos va proponiendo la primera frase en una casilla, y abajo otra casilla vacía donde tenemos que colocar nuestra traducción, luego damos a “aceptar”, y pasamos a la frase siguiente y así sucesivamente para todo el texto. Cuando se acaba la última frase terminamos la traducción y la exportamos a Word. En nuestro escritorio aparecerá el documento Word con nuestra traducción en el formato idéntico al original, incluso un cuestionario con tablas conserva el diseño original.
Entonces, ¿qué ventaja tenemos en trabajar con el entorno Trados en vez de hacerlo con Word que es un auténtico programa de tratamiento de texto?.
Pues que nuestra traducción, además del texto original, se conservará dentro de la memoria de Trados.
¿y eso qué significa?
Esos significa que la próxima vez que el cliente nos envíe un nuevo documento a traducir lo podemos analizar y, tal y como aparece en la imagen de abajo, nos indica las palabras nuevas a traducir y las palabras o frases que ya habíamos traducido para ese mismo cliente (repetitions) y que se encuentran en la memoria de Trados.
Por ejemplo, cuando empezamos a traducir una frase que ya existe en la memoria de traducción, el programa en vez de presentarnos una casilla vacía para poner nuestra traducción nos propondrá la frase que tradujimos anteriormente; la podremos aceptar tal cual o modificarla a nuestro gusto. Pero, para una empresa como Open Idiomes que cuida a sus clientes, este análisis del nuevo texto a traducir será beneficioso para el cliente porque sólo cobramos las palabras nuevas. Y tiene la ventaja que podemos hacer un presupuesto en el acto con el descuento demostrado. Lo que ya tenemos en la memoria de traducción, como ya se tradujo una vez, no se cobra pues. En el caso de la imagen de arriba en vez de cobrar 11.101 palabras al cliente se le cobra 8452 palabras. Las 2649 palabras repetidas no se cobran lo que le supone, en este caso, un ahorro de un 23,89%. Traducir utilizando una herramienta de memoria de traducción significará un descuento más que interesante para nuestros clientes, y éstos tendrán interés en seguir trabajando con nosotros porque cuando más texto traduzcamos para ellos más grande será la memoria de traducción que iremos confeccionando, y más posibilidad habrá de encontrar palabras o frases ya traducidas.
Esta es la mejor gestión de coste que puede aplicar un proveedor de traducciones a sus clientes.
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