Nos encontramos aquí con un sector de actividad altamente cualificado y técnico. El traductor tiene que dominar la terminología de este ámbito porque hay poco margen para la creación literaria. Hay que saber exactamente cómo se traduce tal término, tal expresión porque las más veces sólo existe una manera de decirlo. Por ejemplo en los actas “ruegos y preguntas” se podría decir de varias maneras en inglés si fuera en un contexto diferente, pero en un acta se dice solamente “any other business”. Cualquier otro término sonaría raro al lector que espera esta expresión como rueda de preguntas.
Entre los tipos de documentos financieros que traducimos para nuestros clientes se encuentran:
– la traducción de balances fiscales: que nos suelen enviar a finales de año. El traductor tiene que tener a mano el plan contable inglés para poder traducir exactamente el término tal y como se estipula.
– la traducción de cuentas anuales y de resultados también se suele pedir cuando el cliente es una multinacional con filial en España.
– A lo largo del año traducimos informes financieros de todo tipo, tanto informes que puede pedir Hacienda o informes que son para una auditoría. A veces se exige una traducción jurada si hace falta que tenga validez ante notario.
– Después de la junta de accionistas se suele traducir el acta, generalmente en inglés lengua vehicular a nivel internacional.
En resumen, sólo un traductor experto en tema financieros, con material confeccionado a lo largo de varios años (plan contable, glosarios, léxicos) y conociendo la actualidad de este tipo de lenguaje, será capaz de realizar una traducción de calidad. La etapa de revisión es importante, especialmente para chequear las tablas con números. En efecto, un error de cifra puede tener consecuencias importantes en cuanto al análisis de los datos.
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