Esa es una pregunta que nos suelen hacer los clientes cuando nos encargan un pedido, que escojamos al mejor traductor según la tipología de texto que nos envían. Huelga decir que según se trata de un texto jurídico, científico, de marketing o un menú de restaurante no todos los traductores se sentirán cómodos con cualquier documento. Por su experiencia cada uno habrá lidiado con cierto tipo de textos y gracias a esos años de traducciones para clientes habituales tendrán más conocimientos en un ámbito concreto. Por eso, cuando seleccionamos a los traductores , a parte de exigir como mínimo cinco años de experiencia en el mundo de la traducción, les pedimos que nos expliquen qué especialidad es la más apropiada para ellos. Esas experiencias se vienen adquiriendo, como decíamos, gracias a los años que llevan traduciendo para un mismo cliente o gracias a los glosarios que la empresa de traducciones les puede facilitar, porque en la universidad no hay un curso de especialidad concreta para Traducciones. Por lo tanto dicha experiencia se va adquiriendo al filo de los años.
Amén de esto hay otro criterio muy importante para entregar un trabajo de calidad: que el propio traductor resida en su propio país, es decir el área geográfica de la lengua de destino, donde se habla su lengua materna. Es un aspecto imprescindible para tener textos redactados con calidad, no como una traducción literal, sino como si el documento se hubiese escrito directamente en la lengua de destino. A lo largo de esos más de 20 años, Open Idiomes se ha dado cuenta que un traductor que vive fuera de su propio país ya no está en contacto permanente con su idioma y se van perdiendo conceptos, nexos lingüísticos que van cambiando, por lo tanto la calidad se ve mermada. Hoy en día, en un mundo cada vez más competitivo, para sobrevivir conviene trabajar con alta calidad y ofrecer un servicio muy profesional: entregar las traducciones de manera puntual, contestar rápidamente a las preguntas de los clientes (sean presupuestos o preguntas diversas) y por supuesto proporcionar traducciones con un alto nivel de redacción. Ese es el aspecto que acostumbra a fallar o a recibir quejas si los traductores llevan años viviendo fuera de su país. No es una regla general, porque hay de todos en la viña del señor, pero repito tener un contacto permanente o muy regular con su idioma de trabajo es imprescindible para entregar traducciones que estén a la altura de lo que esperan los clientes.