El mundo competitivo de hoy en día obliga a las empresas modernas a ofrecer un servicio óptimo, de la más alta calidad. En el sector de las traducciones eso supone entregar traducciones realizadas por traductores profesionales, nativos y viviendo en el país de su lengua materna (a la que traducen) para no perder nada del léxico y de las estructuras a lo largo de los años. Sin embargo, el error es humano y conviene que otro traductor o el gestor de proyectos revise las traducciones para asegurarse que no contienen errores y que respeten el libro de estilo de cada cliente.
La revisión es, de hecho, la última etapa, antes de entregar el trabajo al cliente. El trabajo de revisión como decíamos no significa que el traductor no esté capacitado sino que nos aseguramos que no queda ninguna omisión, ningún error de tipografía que el ojo de traductor no hubiera visto. Ya se sabe que el ojo que lee un mismo texto durante muchas horas engaña a veces.
Se tratará pues de corregir errores de estilo, de coherencia, de semántica, de ortografía, de puntuación y como decíamos de tipografía.
Siempre se seguirá el manual de estilo del cliente, porque cada empresa tiene sus preferencias léxicas o gráficas (tipo de letra, mayúsculas..) en cuanto a vocabulario utilizado, y conviene respetarlo para ofrecer un servicio de alta calidad.
En Open Idiomes revisamos las traducciones que entregamos puntualmente a nuestros clientes, más de veinte años avalan nuestra calidad.
Más información en: http://www.open-idiomes.es/