En general, el proveedor de traducciones intentará siempre mejorar la calidad del trabajo encargado para mayor satisfacción de su cliente, lo que supondrá a la larga una mejor imagen de su marca. Sin contar que el cliente espera por supuesto rentabilizar al máximo el dinero invertido en traducir a otro idioma la información que quiere potenciar en otros mercados. Podemos afirmar que los mayores problemas de calidad a los que se enfrentan los clientes son de dos tipos:
- una traducción demasiado literal: todo es correcto pero el estilo resulta demasiado calcado del original.
- Una falta de armonía con el estilo de la empresa: el texto traducido es correcto pero si hay mucho texto hay partes desiguales o no se sigue siempre el mismo estilo.
Huelga decir que siempre se da por supuesto que los términos técnicos son correctamente traducidos, pero aún así para llegar a la casi perfección no es suficiente y hay clientes que se quejan sobre los dos aspectos anteriormente citados. Muchas veces culpan al traductor, pero no siempre se le puede achacar responsabilidad que no es suya. El motivo de esas dos quejas es una falta de organización del proveedor, en este caso de la empresa de traducciones. Siempre se recomienda, por lo menos es lo que hacemos en Open Idiomes, trabajar con traductores nativos pero que estén viviendo en su propio país para tener un lenguaje actual y fresco. Es una de las mejores maneras de evitar una traducción literal. Otro criterio es el volumen si se traducen más de 4000 palabras diarias está claro que la calidad de la traducción se va a resentir y conviene trabajar en equipo a veces. Pero para trabajar bien en equipo hay que organizarse y crear bases de datos, entregar las bases terminológicas a los traductores para que utilicen el mismo estilo y los mismos vocablos para cada palabra técnica a traducir. En caso contrario algunos traducirán “tienda” por “shop” en inglés y otros por “store”. El resultado final sería un texto no cohesionado que daría muy mala imagen general siendo incluso contraproducente para el cliente. Otro consejo cuando un cliente está contento con su proveedor se aconseja no cambiar, buscar a otro de precio algo inferior supondrá cambiar de proceso de trabajo y entrará en conflicto con los textos ya traducidos anteriormente. No olvidemos la etapa de revisión que es muy necesaria y que no se debe saltar para repasar posible deslices y cohesionar el conjunto del texto traducido.
En resumen sólo una empresa de traducciones de calidad es capaz de organizarse a sabiendas para ofrecer un servicio de traducciones del más alto nivel.
Más información en: http://www.open-idiomes.es