Muchos de nuestros clientes ignoran la diferencia entre traducción e interpretación y a menudo asumen que ambos servicios lo puede hacer un mismo profesional. ¡Ni mucho menos! La traducción es versar un texto a otro idioma pero escrito mientras que la interpretación es exclusivamente oral. Bien es cierto que ambas disciplinas tienen como objetivo plasmar un texto a otro idioma (bien escrito, bien oral) pero la formación para realizar el trabajo es distinta en cada caso.
El traductor tiene una formación académica en lenguas y se va especializando según el ámbito (técnico, jurado, comercial..), deberá encontrar la terminología exacta en su idioma para traducir un texto de origen desde un idioma que dominará pero que no será su lengua madre. El resultado deberá ser un texto fluido, bien redactado como si se hubiese escrito directamente en el idioma de destino. Es importante pues que esa lengua de destino sea la lengua materna del traductor, y mejor aún si puede vivir en su propia área lingüística para no perder nada de la evolución del idioma.
El intérprete recibe una formación académica pero con muchas prácticas orales para formarse en cuanto a traducir hablando. Por muy bien que domine dos idiomas el intérprete necesita ejercitarse y formarse para acostumbrarse a oír el locutor e ir traduciendo. Es un trabajo que cansa mucho de allí que las clases prácticas son sumamente importantes para coger experiencia. Tendrá que enfrentarse a muchas especialidades, por lo que le convendrá consultar los glosarios y materiales que tendrá a mano antes de la interpretación.
En resumen la gran habilidad del traductor es saber escribir correctamente, tener un buen estilo, y saber escoger la terminología adecuada en caso de dudas. También deberá poseer unos conocimientos informáticos cada vez más avanzados. El trabajo del intérprete requiere tener agilidad verbal para pasar de un idioma a otro. Debe ser una persona abierta, sociable y que genere empatía en caso de problemas (horas adicionales imprevistas, problemas técnicos con el micro..) Debe poseer también buena memoria para memorizar el texto a traducir oralmente, no lo podrá apuntar. Por último, si tiene una voz clara y agradable es un punto a su favor.