Frente a la avalancha de programas de traducción automática como Google Translator, que ofrecen una solución rápida pero de pésima calidad siendo incluso a veces contraproducente, el futuro del sector de las traducciones se dirige hacia la tecnicidad y la alta calidad. Sólo permanecerán las empresas que ofrecen un servicio de calidad óptima, con términos técnicos contrastados en su traducción y con un nivel de redacción perfecto, como si se hubiese redactado el original en la lengua de destino.
A la hora de invertir dinero para traducir un texto los clientes se lo piensan dos veces y piden presupuestos. Quieren estar seguros de rentabilizar el dinero que gastarán y que el resultado será acorde a la inversión efectuada. Las empresas de traducción tienen que informar a sus clientes sobre la metodología de calidad que siguen y lo que les diferencia de la competencia porque en general los clientes desconocen por completo ese mundillo de la traducción, y mucha gente vende gatos por liebre, ¡claro!.
La agencia lingüística debe disponer de un servicio posventa para solucionar dudas o estar disponible unas semanas después de haber entregado el trabajo. Es un derecho que tiene el cliente y se le debemos conceder.
Los puntos que siempre tenemos que ir mejorando para conseguir una traducción de la más alta calidad son:
- Evitar ser demasiado literal: hay que desprenderse del texto original, a veces según el idioma conviene dar vuelta a la frase. De todas formas hay que expresar la idea tal y como se dice en la lengua de destino. Para conseguirlo lo mejor es recurrir a traductores viviendo en su propio país, y que no están influenciados por el idioma de origen.
- El jefe de proyecto debe revisar y contrastar cada uno de los términos técnicos que contiene el texto. Un error supondría mucha pérdida para el cliente.
- Seguir el estilo del cliente: tanto el idioma en sí como utilizar la misma terminología técnica. Un buen recurso es consultar la web del propio cliente.
- Revisar los aspectos importantes del texto traducido: para ello es importante localizar dichas partes una vez recibido el encargo. Pueden ser párrafos o palabras que el gestor de proyectos deberá subrayar y prestar atención a la hora de revisarlas para asegurarse que están correctas.
Esos cuatro puntos son cruciales para entregar una traducción de calidad a nuestros clientes. Sólo un trabajo de calidad permitirá ser competitivo y crecer, junto con nuestros clientes.